viernes, 30 de septiembre de 2011

37 MESES ESPERÁNDOTE....

37 meses esperándote …

Pequeñ@, desde que supe que tenía esta necesidad de tenerte entre mis brazos algo dentro de mí cambió, no sé si fue un capricho, pero esta lucha tan intensa, esta necesidad de darte el ser, de darte la vida, de querer a alguien más que a mí misma, sin egoísmo, sin precedentes por supuesto, debe ser algo más que eso.

Si echo la vista atrás, ya han pasado 37 meses, algo más de tres largos años desde que mi pecho palpitó a un ritmo acelerado pensando en la idea de crear algo tan bello entre dos personas que se aman. Y no podría contarte las infinitas veces que papá y yo nos hemos imaginado paseando contigo por la calle como cualquier familia normal, las veces que hemos derramado lágrimas por no poder tenerte a pesar de las ganas, muchas noches desiertas sin tu compañía que se llenarán el día que sepa de tu existencia y entonces será el momento mágico en que toda la espera habrá merecido la pena, cada segundo de mi sufrimiento, de mis dudas, de mi tristeza y de mi confusión.

Voy a contar tu historia, mi historia, la de una futura familia marcada por la sombra de la infertilidad.

Agosto de 2008.  Me puse enferma, tenía sangrados continuos, tres meses  para mí era mucho ya que mi problema era mi irregularidad menstrual y decidí acudir a urgencias, ya que era domingo. Me preguntan, ¿puedes estar embarazada? Y un pequeño clic suena en mi interior, el sueño de la maternidad, ¿ acaso sería posible? Pues sí, pero yo tomo anticonceptivas, la doctora decide hacerme un test de embarazo y después de esperar en la sala nerviosos papá y yo, el resultado es negativo, y por un extraño motivo siento una tristeza nueva para mí. Desde entonces no ceso de darle vueltas, claro no es momento de tener un hijo, pero ¿cómo se le explica eso al corazón? No pude. Le di vueltas, tenía miedo que si planteaba el hecho de buscarte algo se rompiera en mi relación de pareja, que podría ser un error y la razón me decía que por esperar nada sucedía.                                          
   
Se había despertado mi reloj biológico a mis 21 años de edad, porqué la edad depende de la persona, no de los años.
Pero conseguí armarme de valor, hablar con él y decirle que yo quería tener un hijo, porqué yo pensé : ¿quién me dice a mí que me quedo el primer mes? Pues no fui desencaminada, no conseguí mi objetivo ni el primer mes, ni el segundo mes, ni el tercero ni los sucesivos.

Mi pareja me dijo que no era el momento, que lógicamente ya tendríamos tiempo, que era mejor disfrutar de la relación, disfrutar de nosotros, que los hijos podían esperar, y yo intenté comprenderlo, respetarlo y esperar, sin saber que la espera puede ser lo más duro del mundo, cuando alguien te pide un año de tiempo, 12 meses con sus semanas, sus días y sus horas correspondientes y decides que por amor debes acceder nadie te dice cuanto dolor y cuanta soledad puedes llegar a sentir. Estuvo a punto de separarnos, de que tomáramos caminos distintos porqué sientes que tu sueño se está frustrando, y que tú poquito a poco te vas apagando, que tú estás cediendo, ¿porqué él no?

Recuerdo los siguientes cinco meses como los más amargos de mi vida. Llorando cada mes que llegaba la menstruación, girándome hacia mi lado y ahogando mi llanto en la almohada sintiendo que a él no le importaba nada, sintiendo que sino pararía mi sufrimiento, ingiriendo cada pastilla de Yasmín como si fuera el peor veneno para mi organismo, ya que no quería, suplicando porqué un día fallara la dichosa píldora.

Febrero 2009. Acudo a Urgencias de nuevo con unos dolores casi insoportables, tengo un retraso incluso tomándome Yasmín de más de 15 días, y se me hace cuesta arriba dormir, caminar, moverme … sin llorar de dolor.
Me dicen que seguro que no es nada, pero al hacerme una exploración el médico me encuentran un quiste a parte de mis ovarios poliquísticos. El quiste es de sangre y por eso las molestias y dolores, me mandan a casa tal como he venido y me recetan ibuprofeno cada 8h y que lo tome luego cuando tenga menos dolor lo vaya dejando, como llevo varios días con dolor de pechos, náuseas matutinas y mareos me hago un test de embarazo. ¿Por qué iba a estar embarazada? Era de locos, los milagros no existen y si existen es mejor a veces pensar que no y evitar de ese modo una decepción. Compro mi test y un botecito de las muestras de orina, nunca me ha gustado hacer pis directamente, llamadme maniática.
Introduzco luego el test, lo empapo y lo dejo sobre la mesa, espero los minutos correspondientes y voilà : negativo.
Lo esperado, al menos lo que yo ya sabía. Mi pareja empezó a deprimirse porqué pensó que iba a ser padre, cabe decir que tenía síntomas psicosomáticos evidentemente, pero una no sabe ya qué pensar cuando lee todo tipo de cosas por Internet, si no queréis obsesionaros o pensar más de la cuenta no busquéis en Google. Pues él fue quien me pidió dejar los anticonceptivos e intentarlo, yo no me lo creía, no quería que luego se arrepintiera, pero nunca estuvo más seguro. Y cabe decir también que nunca se arrepintió de esa decisión.

Abril de 2009. Llevo más de 3 meses sin tener la menstruación así que voy al médico de cabecera que me hace un volante para Ginecología, se lo comento al ginecólogo y le digo que además queremos ser padres, el ginecólogo es amigo mío, pues menos mal, porqué no podría haberme dado un trato más pésimo. Me dijo entonces toma ácido fólico y sino te quedas en un año vienes a verme que miraremos si te hacemos alguna prueba, año o año y medio. Le pregunté bueno, ¿y con lo de qué no me baja la regla? Y me dice hasta los cuatro meses es normal. Y con eso me quedé.

Bueno pues a los 4 meses viene, en un año y medio he cogido muchísimo peso, me ha salido vello facial, cada vez más abundante y no le encuentro ninguna explicación pero como soy asidua a un foro de embarazo pues empiezo a volverme una experta, y me tomo la temperatura basal y aprendo mucho sobre métodos que las chicas prueban, subir las piernas después del acto, esto se está convirtiendo en hacer el bebé y no hacer el amor, y estoy empezando a creer que no debe ser muy cómodo para la otra persona. Así que decido disfrutar, dejar de pensar en si me quedaré cuando lo hago, y aparco el termómetro y las gráficas, dejo de entrar al foro e intento no fijarme tanto en las embarazadas y en los bebés y aunque no parece tarea fácil lo consigo.

Marzo de 2010. Han pasado 11 meses desde que decidí quedarme embarazada, tengo las menstruaciones cada vez más descontroladas, no he visto el moco cervical de qué hablan, ¿será que no me doy cuenta o es que hago algo mal? Tengo la cita con el ginecólogo, acudo con miedo a que me diga que sólo han pasado 11 meses pero hay otro ginecólogo y respiro aliviada. Nos hace unas cuantas preguntas y sin andarse por las ramas me manda todas las pruebas correspondientes : histerosalpingografía, ecografía, análisis hormonales para mí, espermiograma para él y cuando lo tenga todo pedir cita para resultados. Nunca pensé que eso se retrasara nada menos que 7 meses. Pero como además tengo otra vez 4 meses de retraso pues me dice que me haga un test y me tome progesterona para provocarla.

Mayo 2010. No he tenido síntomas, el test de embarazo que me hice sale negativo, aún así tengo un aborto, no sienta nada bien perder un bebé antes de saber que estás embarazada, por una parte duele menos, por otra duele el no haber tenido posibilidad de retenerlo, ¿ habré hecho algo mal? Todavía me lo sigo preguntando … ¿Qué duele aún más? No tener una palabra de aliento, no recibir el abrazo de nadie que te diga que lo siente, que sabe lo que estás pasando o que al menos lo imagina, que todavía hoy me digan, ¿qué tal estás? Muy duro, me faltó el aliento de la persona más cercana a mí y de todo mi entorno, una madre, o la que pudo convertirse en ello no olvida ciertas cosas.

Octubre 2010. Recibo los resultados de todas las pruebas, ya soy consciente de lo que padezco, Síndrome de Ovario Poliquístico pero no por un diagnóstico médico sino por información que he decidido buscar y sé que se corresponde con lo que me está sucediendo, mi cuerpo ha cambiado pero nadie me ha dado respuestas. Llevo meses a dieta, pierdo unos pocos Kg.; 3, tal vez 4, y me estanco, me resulta muy complicado perder peso con la dieta que me ha mandado el endocrino de 1500 kcal.
Mi marido tiene el esperma en mal estado, 22 millones de los cuales sólo un 4% son de movilidad normal, de viscosidad normal, con el PH adecuado, y su morfología es correcta, mi médico me dice que dentro de lo que tengo es normal, pero en ningún momento menciona el SOP. Se ríe en la cara de mi marido porqué tiene mal el esperma y me dice que le repiten el espermiograma en noviembre, que haga 3 ciclos de omifin y vuelva. Yo me desespero. Todavía tenemos que esperar más. Él me dice mejor, así me evito mandarte a fertilidad, un trabajo que me ahorras.

Es comprensible mi enfado con ese médico, que para mí de profesional tiene bien poco. Hago el primer ciclo de Omifin con todas mis esperanzas puestas en él, son muchas las mujeres que han conseguido su positivo de ese modo. No sólo no consigo mi positivo sino que hiperestimulo, con tan mala suerte que creo folículos que no rompen, así que de nada me sirve el mal rato, un mes bastante desagradable, cualquier movimiento me producía un dolor en los ovarios difícil de soportar.

Diciembre de 2010. Resultado del espermiograma. 16 millones esta vez, sólo que ha mejorado la calidad y la morfología y como el omifin no me ha funcionado, me dice el médico, esta vez es otro y mi actual ginecólogo, una maravilla de persona el Dr. Gil que el omifin en mi caso no sirve de mucho y que no pueden hacer más por nosotros y nos mandan a fertilidad, me dice que los análisis hormonales no me valen de nada ya que no sabe que día de ciclo me los realizó y tendría que habérmelos hecho en varios días y no era así, me dice que la semana próxima vaya a recoger la copia del informe para mí, que él mandará una a Miguel Servet , un hospital de Zaragoza a la zona de Reproducción Asistida y que ya me llamarán.

Enero de 2011. Me llega la carta a finales de mes para ir a principios de Febrero, estoy emocionada, por fin consigo que me tomen en serio, después de todo el tiempo de espera que llevo. ¡Ah! Por cierto descubro que tengo diagnosticado SOP al leer la copia del informe, porqué a mí no me habían dicho ni palabra, también que tengo ciclos anovulatorios y demás.

Febrero 2011. Primera cita con una doctora que aunque dicen que es muy buena en su trabajo a mí me trata como un pedazo de carne, como un número más, nos dice que nos realiza un REM para saber con que cantidad contaríamos en caso de realizar una Inseminación Artificial  y que luego ya decidiremos. Que haga dieta, le digo que tengo SOP y que me cuesta , me dice que lo sabe pero que tengo que perder igual.

Marzo 2011. Esta vez tengo visita con el jefe de Ginecología, que me trata muy bien, contesta a todas mis preguntas y me dice que mi marido tiene 32 millones y que podemos estar contentos, que no está nada mal, y que siga perdiendo peso, que confía que lo haré y que en 2 meses o 3 meses cuando lo consideré yo oportuno llamé con la menstruación para inseminarme. Se me abren ojos como platos, ¿así de fácil? No quepo en mi de gozo, ¿me lo habrá notado el médico? Jejeje. Entonces peso 103 kg.

Decidimos ir en el mes de mayo pero cómo sale empleo y la situación económica es delicada en Junio decido posponer la búsqueda hasta finales de verano, y pospongo la dieta, ¡¡error fatal!! Ya que me pongo en algo más de 108 kg.

Actualidad. Llevo 6 semanas a dieta, peso 94 Kg. Y con la menstruación llamaré el lunes para ir al ginecólogo, espero que ahora que empiezo con tratamientos de fertilidad esto tenga un final feliz y pueda mirarte a los ojos, acunarte por las noches, pueda dormirte en mi pecho, pueda vestirte, bañarte y acariciarte hasta el cansancio, que pueda ser la madre que deseo ser.

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